domingo, 1 de septiembre de 2002

SEPTIEMBRE. CUENTO DE ESTUDIANTES

SEPTIEMBRE. CUENTO DE ESTUDIANTES

"En TELETIEMPO sabemos que el tiempo es oro. O que el oro es tiempo. ¿Necesita más tiempo? ¿Le faltan horas? ¿Se le pasan los días y no consigue aligerar los asuntos pendientes? ¿Le gustaría poder disfrutar de una semana, quince días, o hasta de un año sabático? ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar por un día más de tiempo? En TELETIEMPO tenemos la solución a sus problemas. Le ofrecemos el tiempo que Vd. necesita a un precio razonable. Por mucho menos de lo que Vd. cree podrá ver sus días alargados. Por fin tendrá tiempo para estudiar, para pasear, para leer, para disfrutar de su familia. ¿Le parece un sueño? Pídanos presupuesto sin compromiso. Llame ahora... ¡no pierda más tiempo!"

Lo confieso. Aquella humilde octavilla que encontré prendida en el limpiaparabrisas me llamó poderosamente la atención. Llamé y alguien vino a mi “piso de estudiantes” ese mismo día.

- Buenas, vengo de TELETIEMPO.
- ¡Ah!, gracias por venir tan pronto.
- ¿Me puede indicar dónde está su aparato televisor, por favor?
- ¿Mi televisión? ¿Para qué quie...?
- Ya la veo...
- ¡Eh!!!! ¡Oiga! ¿Qué hace con esas tijeras? ¡No! ¡¡¡EL CABLE NO!!!
- Si, el cable si. ¡Ya está! Bueno, si vuelve a necesitarnos ya sabe dónde estamos ¿vale? Firme aquí, por favor. ¡Venga! Taluego. Nastardes!