JUNIO. CUENTO EN GENERAL
Había una vez alguien imperfecto pero libre que vivía en algún lugar. Un día un ser superior le reveló unas normas perdidas. La persona imperfecta dudaba si aceptarlas o no. Primero las rechazó y el cuento iba mal. Pero al final las asumió y el cuento acabó bien. Entonces fue feliz y comió perdices.