martes, 1 de enero de 2002

ENERO. CUENTO DE INVIERNO

ENERO. CUENTO DE INVIERNO

Había delante de mi casa un vertedero. Y una fábrica marrón con chimeneas de hierro y tejados negros. Siempre veía la fábrica al salir. Y siempre bordeaba el basurero al entrar en casa. Y lo miraba todo muy sucio tras las cortinas limpias de mi habitación mientras leía en algunos libros antiguos poemas modernistas, bellos como los arabescos retorcidos que colgaban de mis ventanas. Yo no sabía que detrás de todo había un campo verde. Y otro allá abajo, en las antípodas del Planeta. Yo no sabía qué cosas había detrás de mi casa. Ya no recordaba qué cosas hubo antes de la fábrica. Nunca conté las estrellas cuando curiosas se asomaban entre los jirones de humo porque yo sólo veía la fábrica, y bordeaba el vertedero, y leía en los libros viejos poemas como cortinas, y soñaba. Un día unos hombres derribaron la fábrica y taparon el vertedero con los cascotes. Y después pasaron mil años. Y aunque yo ya no estaba en casa pude ver que todo el campo era verde. Y que ya no hacían falta ni cortinas, ni poemas modernistas, ni nada.